Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.
Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;
mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.
Y a la medianoche se oyó un clamor: !!Aquí viene el esposo; salid a recibirle!
Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.
Y las insensatas dijeron a las prudentes:
"Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan."
Mas las prudentes respondieron diciendo:
"Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas"
Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.
Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo:
"¡¡ Señor, señor, ábrenos!! "
Mas Él, respondiendo, dijo:
" De cierto os digo, que no os conozco"
Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir. "
(Mateo 25: 1-13)
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